Valencia sale por tercera vez a las calles para pedir la dimisión del presidente de la Generalitat

La protesta, celebrada sin incidentes justo cuando se cumplían dos meses de la barrancada, congregó cerca de 80.000 personas en el centro de la capital del Turia, según Delegación del Gobierno. Una cifra inferior a la de las dos marchas anteriores, con las que compartió lema -'Mazón dimisión'-, que reunieron el 9 y 30 de noviembre a 130.000 y 100.000 personas, respectivamente. De forma menos contundente, hubo alusiones también al Gobierno central.

Fue convocada de nuevo por 57 colectivos y sindicatos en la órbita de la izquierda -con Acció Cultural del País Valencià en cabeza- y 152 entidades más se adhirieron al manifiesto. La manifestación, que abrieron siete agricultores con sus tractores en homenaje a los trabajadores del campo que han ayudado a los afectados por las inundaciones, tuvo que variar su recorrido en esta ocasión. Precisamente, los puntos de inicio y final de las anteriores -la plaza del Ayuntamiento y la de la Virgen, junto al Palau de la Generalitat- están ocupadas ahora por actividades o decoración navideña, por lo que la marcha empezó en la plaza de San Agustín y transcurrió por la calle Xàtiva, Colón y Navarro Reverter para acabar en la plaza América, donde se leyó el manifiesto.

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Toni Jiménez

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Entre gritos y aplausos al paso de la cabecera, los participantes portaban un 'ninot' de Mazón y pancartas con lemas con «el president a Picassent», «Puedes dormir? Nosotros no», «La comida de la vergüenza» o con imágenes de las victimas mortales de la tragedia. Incluso acusando de «prevariación» a los jueces del Tribunal Superior de Justicia (TSJ) que han decidido inadmitir las querellas y denuncias contra Mazón.

Ese ambiente reivindicativo se fundía con el trasiego de personas que aprovechaban la tarde para realizar sus compras navideñas. Muchas de ellas se detenían a observar cómo avanzaba la manifestación por una de las principales arterias comerciales de la ciudad e incluso se unían a los aplausos.

En el manifiesto, señalaron al presidente autonómico Carlos Mazón y a los miembros de su gobierno «incompetente» como «responsables» de la tragedia, por lo que piden la dimisión del barón del PP y la incoación de oficio de un procedimiento judicial que depure responsabilidades por las «consecuencias evitables» de la catástrofe. «Mazón no puede encabezar la reconstrucción ni la reparación de lo que se ha deshecho por su irresponsabilidad y desidia criminales», aseveraron. Acusan al Consell de poner en riesgo la vida de los trabajadores para no comprometer sus intereses políticos y los beneficios de las empresas antes de la dana, y de tapar la «negligencia» con «propaganda» durante la crisis.

«Criticamos también al Gobierno del Estado, que debería haber presionado de manera contundente e inmediata al Gobierno valenciano ante su inacción para intervenir con todos los efectivos disponibles y ayudar a la ciudadanía a reconstruir sus vidas durante las primeras semanas», sostuvieron.

Denunciaron que muchos damnificados todavía no tienen sus necesidades básicas satisfechas y recordaron el fallecimiento de un operario de Tragsa en un colegio de Massanassa para advertir sobre los riesgos y los problemas de salubridad a los que se enfrentan los afectados y los voluntarios que siguen realizando tareas de limpieza «propias de los cuerpos de emergencias». Al respecto, el manifiesto puso el foco también en la «dejadez y mala actuación» de la Conselleria de Educación.

Del mismo modo, reclamaron que se ofrezca una alternativa habitacional a los afectados en pisos turísticos o vacíos de bancos o la Sareb. Exigieron también que los trabajadores en ERTE cobren el 100% de la base reguladora y tengan acceso a una reducción de jornada sin merma en el salario. Que se refuerce el transporte público; se prohíba construir en zonas inundables y en la línea de costa; y se condone la «deuda ilegítima» para revertirla en sanidad, educación, servicios sociales e infraestructuras de emergencias. En este sentido, reivindicaron un aumento de los impuestos a las rentas altas y que se garantice que cualquier persona tenga acceso a ayudas públicas para la reconstrucción.

Saray, hija de uno de los desaparecidos, Francisco Ruiz, al que se le perdió el rastro en Montserrat, encabezó este domingo la manifestación contra Mazón por él. «Pienso que tiene que haber más hasta que acepte las consecuencias», aseguró. Lamentó que nadie de la Generalitat se haya puesto en contacto con ella: «Sólo me han llamado periodistas y la Guardia Civil».

A las 20.11h, los manifestantes hicieron sonar el audio de la alarma de Protección Civil, a la misma hora a la que llegó el aviso aquel 29 de octubre, «cuando ya era tarde para mucha gente».

Más de dos horas después de comenzar, cerca de las 20.20 horas de la tarde, la protesta se dio por finalizada sin incidentes, mientras los manifestantes continuaban coreando «Mazón, dimisión». El acto acabó entre aplausos a los familiares de las víctimas que asistieron y a los agricultores que encabezaron la marcha con sus tractores.